En el aula de dos años la plastilina y la pintura de dedos son dos actividades clave que favorecen el desarrollo sensorial, la creatividad y la motricidad fina. A través del contacto directo con los materiales, los niños exploran texturas, colores y formas, estimulan su imaginación y ejercitan los músculos de las manos y los dedos.
El juego libre forma parte de nuestro día a día. A los peques le encanta elegir a qué jugar, moverse por el aula, descubrir cosas nuevas y compartir con sus compañeros. Mientras se divierten están aprendiendo a ser más autónomos, a relacionarse y a conocerse mejor… ¡y casi sin darse cuenta!




No hay comentarios:
Publicar un comentario